Mal paso...

Los gatos pueden ser libres, independientes, cotillas, salerosos, simpáticos, saltimbanquis, listos, tontorrones, gruñoncetes, respetuosos, dormilones, dulces, sociables, mimosos, tímidos, enfadicas, llorones, chantajistas, destroyer, divertidos o juguetones pero nunca, nunca, nunca callejeros. ¿O es que el lugar en el que están define su esencia y los transforma? No, queridos congateros, a pesar de que la etiqueta es facilona y ha calado entre el público en general, ni los gatos son de la calle ni hay gatos callejeros, que estar donde están no es una característica del gato, es simplemente su dirección postal (si es que los gatos reciben cartas, ya me entendéis) 

Día Internacional Mundial Gato Callejero congatos congatosloloco 15 agosto
15 de agosto, Día Internacional del Gato Callejero.

Conste que para muchos de nuestros vecinos, excaseros abandonados o extraviados, la calle solo debiera ser un accidente, un mal paso intermedio entre un punto A y un punto B en el itinerario de sus siete vidas. Y ojo, ¿eh?, porque ¡menudo paso intermedio! Todo un tropezón. Que si me decís gato callejero a mí se me vienen a la cabeza y de golpe abandonos, enfermedad, gritos, golpes, hambre, atropellos, partos continuos, veneno, disparos, odio, desaires, desprecio, capturas de la perrera y muerte. Y el alma se me cae a los pies, consciente de que mientras el respeto por los felinos residentes en nuestras calles siga brillando por su ausencia seguiremos necesitando jornadas como la del 15 de agosto, no para celebrar nada pero sí para reflexionar y decidir hacia donde queremos dirigirnos si de verdad pretendemos que nuestro camino, el de gatos y seres humanos, siga siendo común. ¿Somos su voz?

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