Nunca es tarde si la lata es buena

Todo empezó con una lata y, por ahora, ¡ha terminado con muchas! ¿O no veis el muro/torreón/castillo delante del que posa orgulloso nuestro Elmo? ¡Bien! Y una vez superada la prueba de añadir una latita a nuestra cesta de la compra cada vez que fuimos al súper durante 30 días podemos deciros que nos sentimos: 

1. FELICES por haber terminado nuestro reto, que todo lo recogido durante el mes de abril ha sido ya entregado a una protectora felina de la ciudad en la que residimos ahora, Felinos Lo Morant de Alicante, y cuyo albergue, Villa Patuchas, tenemos muchas ganas de visitar y conocer.
2. IMPACIENTES por ¡repetir! Porque lo bueno de este reto es que empiezas el día que quieres y terminas treinta días después, sin más, solo por el gusto de ayudar, de convertir lo de ir al súper en un momento especial y de dar la(s) lata(s) a los que más lo necesitan. Así, dejadnos coger un poco de carrerilla y ¿volvemos a empezar? 
3. EMOCIONADOS porque sabemos que, como nosotros, muchos habéis cumplido con el reto y llegado hasta el final y que varias protes se han alegrado muchísimo al conoceros y recibir vuestras donaciones. Y porque esto no es para nada el final, que hay otros muchos dandolateros que justo ahora estáis en pleno ajo (recogiendo latas, guardándolas en una caja...) o que quizá acabáis de empezar o que puede que empecéis dentro de nada. ¡Que el reto no para!

Elmo, posando orgulloso con todas las latas recogidas durante nuestros treinta días de reto ;)

Antes de terminar, solo nos queda mandar ronroneos agradecidos a todos los que estáis difundiendo textos, fotos, comentarios, opiniones y experiencia en redes con las etiquetas del reto: os aseguro que es una forma sencilla, genial y muy efectiva de animar a otros a unirse. Y es que este reto es flexible, atemporal y nunca es tarde si la lata es y está buena. ¿Verdad? Y por eso... ¿Seguimos dando la lata? Ñam, ñam.

Nuestra donación a la protectora Felinos Lo Morant de Alicante :)