Planeta azul

Llevaban orbitando aquel planeta azul y estudiándolo desde la nave el tiempo suficiente como para haber comprobado que los recursos eran abundantes y la colonización viable pero que allí no iban a estar solos; desgraciadamente, la especie dominante (unos seres inteligentes, bípedos y sin casi pelo) era primitiva, violenta y de intenciones poco previsibles, suponiendo, en resumen, una auténtica amenaza, pero los pros eran tantos (una atmósfera limpia, una estrella próxima,...) que quizá fuera mejor asumir el riesgo en vez de seguir viajando por el espacio.

-Podemos aterrizar en una zona alejada de los bípedos e instalarnos allí.

-Eso, con lo grande que es el planeta nunca nos encontraremos.

-¿Y si al final hay contacto? Venimos huyendo de una guerra y lo que menos necesitamos es otra.

-Parecen tan salvajes...

-Somos pocos y un enfrentamiento sería fatal.

-Lo que queda de nuestro mundo depende de que elijamos bien.

-Estaremos en peligro mientras vayamos dando tumbos de galaxia en galaxia: ¿os dais cuenta de que este es el primer planeta apto que hemos encontrado y de que algunos sistemas de la nave empiezan a fallar?

-Si no hacemos nada estamos abocados a la extinción...

Estaba claro que la asamblea, donde todos eran iguales y tenían voz y voto, se auguraba intensa porque su futuro dependía de que decidieran convertir ese planeta en su hogar o no. Pero ya habían dejado tanto atrás que construir un nuevo mundo para volver a perderlo superaba a muchos de los presentes, supervivientes escasos y agotados de lo que había sido una gran raza. 

-¿Y si en vez de eludirlos nos camuflamos entre ellos?

-¿Cómo es eso?

-No temamos el contacto, podemos infiltrarnos y ayudarles a evolucionar, a ser mejores, enseñándoles el camino hacia nuevos niveles, acompañándoles a la hora de asumir sus errores. Porque parecen primitivos, sí, pero también jóvenes y nosotros, hace miles de estrellas, ¿acaso no lo fuimos? ¿Es tan descabellado convertirnos en sus oráculos? ¿En sus guías? ¿En sus maestros?

Willy, un gato del espacio esperando convertirse en oráculo, guía, maestro o simplemente en el compañero de alguien con ayuda de A. P. A. La Gatera (Adopt a Cat)

Oráculos, guías, maestros... ¿Y por qué no? Un ronroneo colectivo hizo vibrar la sala con tonos reflexivos: convertirse en el aliento de un nuevo mundo, compartir sabiduría, ofrecer apoyo, entrelazar sus vidas con las de aquellos seres a cambio de un nuevo hogar en el que instalarse y donde recuperar el equilibrio para vivir en paz. Sin duda era un reto pero no un disparate. Y en cuanto las colas en alto de todos los felinos dejaron claro que la decisión era unánime, la nave puso rumbo directo hacia su nuevo destino.

En la foto tenéis al guapo de Willy, un gatito que busca hogar con ayuda de la A. P. A. La Gatera (Adopt a Cat) que desarrolla su labor entre Madrid y Segovia y del que dicen lo siguiente: "No hay persona capaz de entrar en el refugio y no enamorarse de él. Willy es amor puro, en cuanto entras te espera para darte una buena sesión de amor. ¿Conoces esa sensación de querer comerte a alguien a bocaditos? Pues a Willy le pasa contigo y algún bocao suavecito te llevas, pero de puro amor, y lo ves!! ¿Quién adopta a esta maravilla de gato?" Y con una presentación así, ¿alguien quiere perderse en la sabiduría de esos ojos llenitos de estrellas?

Aviso para GATOnautas: Vale, vale, lo confieso, que he estado leyendo sobre los felinoides o raza felina, los felinos humanoides, los Urmah, etc. y mi imaginación ha empezado a volar entre galaxias y cometas. ¿O no es pura inspiración pensar en unos extraterrestres felinos que están en el universo para protegerlo de otras razas malignas como los reptilianos? Pero bueno, como hoy lo importante es el guapo de Willy, mejor dejamos el debate alienígena para otro día y nos centramos en su adopción, ¿no? Así, para más información sobre este peque, contactad directamente con la protectora. ¡Ronroneos!