NosfeGatu

Raudo como un rayo y en un intento desesperado por escapar, el gato se coló por aquella ventana rota mientras las piedras que hacía un instante le tenían como objetivo impactaban una tras otra contra los postigos desencajados, componiendo un golpeteo certero y acompasado que le dejó muy claro que se había librado de una buena. "¡Será posible! ¡Menuda panda de garrulos! Y esta vez casi me pillan." Aún en guardia pero ya a salvo, tomó aliento y pasó a atusarse a conciencia el pelaje azabache en un intento por autotranquilizarse y, de paso, tener un aspecto presentable. Precavido, sí: presumido, también.

El interior de la habitación en la que se había refugiado estaba muy oscuro, tanto que sus pupilas tuvieron que dilatarse al máximo para permitirle intuir un cuarto polvoriento engalanado con telarañas y salpicado con cuatro muebles viejos y cuarteados. El olor a moho que embargó sus fosas nasales no vino más que a confirmar lo que sus ojos le sugerían, que aquella era una vivienda antigua, posiblemente la casona de las afueras, esa con fama de encantada a la que ningún humano en su sano juicio se acercaba y a la que el gato había ido a parar sin darse cuenta en su frenética huida. ¿Sería ese el motivo por el que sus perseguidores habían cejado en su empeño de capturarlo? Seguro que sí. ¡Cobardes! Aunque... ¡Atención! Su sexto sentido felino le hizo ponerse en guardia, indicándole claramente que no estaba solo. Alguien... No... ¡Algo se acercaba! Un ser muy alto, calvo y pálido mitad humano mitad otra cosa se asomó por la puerta. Su sombra, descomunal e impresionante y aquel rictus extraño en la cara, hizo que el gato se erizara del susto.

- ¡Aghggggggh!
- Hooooolaaaaa, gaaaaatiiiiitooooo... 

 A pesar de la impresión inicial, algo en ese hablar pausado y en la manera de alargar las vocales dejaba claro que el ser, fuera lo que fuera, no era peligroso.

- Esto... Pero... ¿Quién...? ¿Qué eres?
- Yooooo soooooy uuuuun vaaaaampiiiiirooooo.
- ¿Un vampiro? ¿Y chupas sangre de gato?
- Nooooo, haaaaaceee tiiiiiiieeeeeempooooo queeeeee soooooy veeeeegeeeeetaaaaariiiiiaaaaanooooo.
- ¡Arrope! Eso me tranquiliza. ¿Tienes nombre, amigo?
- Meeeee llaaaaamooooo Nooooosfeeeee.
- ¿Nosfe? Pues yo soy Gatu. ¡Encantado!

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¿Pueden un gato negro y un vampiro vegetariano ser amigos?

Y aquel vampiro amante de la verdura y el gato negro pasaron varias horas charlando amigablemente de su vida como proscritos víctimas de supersticiones, de la dureza de la soledad y de la incomprensión de la gente que juzga y sentencia solo por el aspecto exterior. Aunque no os vayáis a pensar que sólo hablaron de penas, que conforme avanzó la velada también compartieron consejos útiles sobre el cuidado de garras y colmillos o sobre las mejores posturas para evitar que el sol moleste en los ojos a la hora de dormir. Y Nosfe le contó a Gatu su experiencia hacía años como estrella del cine mudo en aquella peli de terror filmada por un tal Murnau y cómo por culpa de la fama que le acarreó aquel papel tuvo que dejar su Transilvania natal en busca de anonimato. Y Gatu le contó a Nosfe la historia de aquel primo lejano, orgullo de la familia, que inspiró hacía más de un siglo el terrorífico cuento de un tal Poe del que a pesar de todo se sentían la mar de orgullosos. Y así estuvieron hasta que salió el sol y decidieron que ya era hora de dormir. ¡Menuda primera noche!

Nosfe y Gatu se hicieron tan amigos que desde aquel primer encuentro decidieron compartir casona, conversaciones y anhelos y así siguen. Y aunque encerrados y guarecidos lo pasan genial cuentan que una vez al año, precisamente cada 31 de octubre al caer el sol, aprovechan para salir a pasear juntos protegidos por la confusión y por la magia de la noche. Así que ¿quién sabe? Quizá hoy alguno de vosotros se cruce con esta extraña pareja formada por un vampiro y un gato o quizá no. Pero lo importante es saber que si ellos se encontraron y aún hoy son felices entre charlas y rascaditas, ¿por qué no van a conseguirlo otros? Por eso y por raro que parezca...  ¡Feliz Halloween! O mejor, ¡un Halloween de miedo para todos! Especialmente para Nosfe y Gatu, allá donde estén, quizá más cerca de lo que pensáis...

Cuento original publicado en Facebook @congatosloloco (31/10/2016) 

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