Los rodríguez...

Hace calor. ¿Hace y calor? Estamos en pleno agosto y estas dos palabras podrían ser la excusa perfecta y el desencadenante de una sudorosa conversación entre vecinos de toalla en la piscina o en la playa pero ¿qué queréis que os diga? Que yo soy solo un gato y prefiero usarlas para llevaros a mi terreno. ¿O es que a nadie más le suena una canción del grupo argentino Los Rodríguez que arrancaba así? Venga, que seguro que sí. Hace calor. Hace calor. ¿Alguien que esté tarareándola ya? ¿Sí? ¡Bien! El tema, pegadizo donde los haya, tiene ya unos cuantos añitos, ¿eh? Y si yo que soy un chaval lo conozco es porque mi humana nos canta esta canción a Noa y a mí muchas veces, especialmente cuando nos encuentra tirados todo lo largos que somos por culpa de los rigores veraniegos casi en cualquier lugar. Uyuyu. Pero bueno, si a estas alturas pensáis que de lo que quiero hablaros es de música pop del siglo pasado ¡sorpresa! Rebobinad un poco porque estáis muy equivocados, que de lo que he venido a hablaros es del apellido Rodríguez, en concreto de la expresión "estar" o "quedarse de rodríguez", esa que es más gatuna que los bigotes erizaos porque, a ver: ¿acaso no se aplica y refiere a los que esperan en casa mientras la familia está de veraneo? Pues blanco y en botella o, en mi caso, naranja, tuerti y rechoncho, que esos, los rodríguez más rodríguez del mundo mundial, somos nosotros, vuestros queridísimos gatos, ¿o no? Venga, que en este punto vuelvo a presentarme para dejarlo claro y meridiano porque así las cosas yo soy Elmo, todo un rodríguez gatuno y ¡a mucha honra! ¿Alguno más que quiera levantar la pata?

congatos congatosloloco artemanía gatos solos en casa vacaciones
Y es que dejarnos solos en casa a veces tiene su precio...

La verdad es que los gatos, territoriales hasta la médula, no somos mucho de viajar y, entre vosotros y yo, si no es indispensable hacer la maleta preferimos quedarnos, que las vacaciones humanas suelen ser una locura en coche, barco, tren o avión concentrada en pocos días y ¿para qué? ¿Para terminar volviendo? No os ofendáis pero para eso mejor nos lo contáis todo a la vuelta y nos ahorramos el agobio y el estrés. ¿Lo ideal? Pues como estamos hablando de ausencias cortas (dos semanas o menos) lo perfecto es dejarnos en nuestra casa a cargo de alguien de confianza que pase una vez al día para ver que estamos bien, ponernos comidita y agua, limpiarnos el arenero y, si se tercia, jugar y rascarnos un poquito. ¿Que no tenéis familiares o amigos que nos adoren y/o de los que abusar? Pues podéis contratar alguna empresa de cuidadores a domicilio, que cada vez hay más y en más ciudades. Y si el viaje no es que sea corto, sino que es exprés (tipo escapada de fin de semana) también podéis dejarnos bien avituallados y completamente solos. Parece una locura pero es menos malo que desubicarnos enfrentándonos a lo desconocido, que como decía Dorothy en El Mago de Oz "Se está mejor en casa que en ningún sitio" y ¿quién soy yo para desdecir a un personaje de ficción con chapines de rubíes? Pues eso.

En la foto tenéis un adorable cartelito de Artemanía, una tienda de artículos artesanales originales, gatunos y solidarios que descubrí hace unos meses, que os recomiendo visitar y en la que os recomiendo gastar muchos euros. ¿Y por qué lo he elegido para ilustrar nuestra reflexión? Para darle publicidad a un proyecto que me encanta, por supuesto, y porque el mensaje es una verdad 100% aplicable a las vacaciones con gatos, esas en las que nosotros, los ronroneantes rodríguez os estaremos esperando cómodamente en casa mientras vosotros disfrutáis de lo que sea que disfrutáis cuando os vais por ahí. Eso sí, la moraleja a todo esto podría ser la siguiente: si a vuestro regreso os encontráis un jarrón roto, la ropa de armarios y cajones revuelta, el rollo de papel del WC hecho trizas o vuestra colección de vinilos por los suelos, ¿habrá sido un accidente? ¿En serio? Esto... Uyuyu. ¿Cantamos? Hace calor. Hace calor... Ejem, ejem...

¡Ojo al parche!
  • Dejarnos solos en casa por un viaje o unas vacaciones cortas no debe daros más miedo que dejarnos solos para iros a trabajar cada día. En serio, tranquilidad y que no cunda el pánico. Además, lo normal es que nos pasemos los días durmiendo. ¡Cuatro siestas bien dadas y ya habréis vuelto!
  • Os dejamos un listado de catsitters o canguros para gatos a domicilio vía Terapia Felina, por si alguno os apaña. ¡Altamente recomendable!
  • Algunos gatos se muestran distantes ante el regreso de sus humanos y actúan como si estuvieran enfadados: nada que no vuelva a su cauce en unos días.
  • Tema aparte serían las ausencias más largas: meses, años... En ese caso está claro que se deberían valorar otras alternativas.
  • El abandono nunca, jamás es una opción. Ni por unas vacaciones ni por nada de nada. ¿Queda claro? Pues que no tengamos que repetirlo.

Comentarios