La lotería de la vida

-¿Qué pasó, pequeño? ¿Conseguiste tu boleto?

-No, Alec. Había muchísimos gatos mucho más grandotes que yo que no me dejaban pasar. Y cuando ya estaba llegando ¡una gata me dio un empujón y se coló! Después de ella, por fin alcancé al mostrador del kiosco, pero la lotera me dijo que no le quedaba ningún boleto que vender, que la gata colona se había llevado el último.

-¡Qué rabia que no llegaras! Porque el sorteo de esta noche va a ser especial. El premio es una familia bonita, responsable y cariñosa con la que pasar el resto de la vida siendo querido, cuidado y respetado.

-Bueno, tendré que conformarme y ya jugaré a la próxima. ¿Qué le vamos a hacer?

Alec lleva mucho tiempo jugando a la lotería de la vida y sabe que premios como el de hoy no abundan. Mira su boleto, ese en el que ha depositado toda su esperanza y después mira al gatito, tomando asiento resignado junto al resto de gatos que esperan en torno a la radio que se haga público el número ganador. Mira el boleto. Mira al gatito. Boleto. Gatito. Y lo tiene claro

-Toma, peque. Te regalo el mío.

-No, Alec. Tú lo necesitas tanto como yo.

-Acéptalo, pequeño. Si te toca a ti te aseguro que me sentiré el gato más feliz del mundo.

-¿Estás seguro?

-Claro que sí.

El gatito coge el décimo que le ofrece Alec con cuidado mientras sus ojos se iluminan y empieza a ronronear. ¡Vuelve a tener esperanza!

-Gracias, Alec.

-Venga, ahora siéntate aquí a mi lado y vamos a estar atentos, que el sorteo va a empezar.

Todos los gatos, sigilosos e inmóviles, guardan silencio. Y entonces la voz de la radio suena alta y clara.

"El nº ganador es... ¡Tachán! ¡Enhorabuena!"

En un instante, el silencio queda roto por los maullidos de ilusión de una gata que atesora entre sus zarpas el número ganador. ¡Ella ha sido la agraciada con una familia!

-Pero si es la gata colona- dice el gatito-. ¡Vaya suerte ha tenido!

-Nunca es solo la suerte, gatito. Piénsalo por un momento: ¿qué hubiera pasado si no se te hubiera colado? 

El gatito entiende y asiente. ¡El ganador de la familia podía haber sido él!

-Ya veo. Pero conste que me alegro mucho por ella porque su determinación y sus ganas han sido recompensadas.

-Esa es la actitud, gatito: seguiremos adelante con alegría pase lo que pase. Y ahora, ¿te parece si nos acurrucamos para dormir? Que mañana será otro día.

-Claro que sí, Alec, que quiero soñar con el próximo sorteo.

Y ronroneo ronroneado, este cuento con gatos se nos ha terminado.

Alec Gato Adopción ADAAC Con Gatos
Alec, un grandullón encantador y achuchable, soñando con la familia que va a adoptarle.

Según cuentan desde la protectora ADAAC de Colmenar Viejo, Madrid, Alec es un gato cariñoso, mimoso y juguetón que se lleva bien con otros gatos, con perros y con  niños pero en el que nadie se ha fijado jamás. ¿A qué se deberá? ¿Se habrá vuelto invisible? Porque es grandote, es naranja, es tierno, es un amor. ¿Será que su familia bonita aún no le ha encontrado? El caso es que como yo sí le he visto y sí me he fijado en él, aquí le dedico este relato, para ver si con un poco de suerte, su boleto es el ganador en le próximo sorteo de la vida.

Aviso para gatonautas: Si os habéis enamorado de Alec y queréis echarle una patita, adoptarle, convertiros en su padrino/madrina o donar puntualmente para colaborar con sus gastos, os recomendamos que contactéis directamente con la protectora porque son los que mejor os podrán informar. ¡Venga, que este grandullón nos necesita!  ¡Ronroneos!

Comentarios

  1. Respuestas
    1. ¡Qué maravilla! ¡Un comentario en el blog! ¡Qué ilu nos hace, Nuri! Gracias por leer y por comentar. Ronroneos ;)

      Eliminar

Publicar un comentario