Hay ocasiones, especialmente en las noches de luna llena, en las que un instinto primitivo me invade y me reclama. Y en lugar del gato que suelo ser, me siento salvaje, me siento indómito, me siento libre, me siento proscrito, me siento perseguido, me siento ¡lobo! Y, siendo su esencia en realidad tan parecida a la mía y a la de mis ancestros, ¿para qué voy a resistirme? ¡Au! ¡Auuu! ¡Aaaaaauuuuuu! ¡Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!
Wi, arrastrado por la llamada y transformado en gato lobo. |
Aullidos, ronroneos y ¡feliz Halloween!
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